Mercedes de la Garza es doctora en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México. Investigadora Emérita de la UNAM, Investigadora Emérita del Sistema Nacional de Investigadores y miembro de número de la Academia Mexicana de la Historia.
Su obra escrita consta de 24 libros y 175 artículos y capítulos en libros, publicados tanto en México, como en otros países. Entre sus 14 libros de autoría única se cuentan: El hombre en el pensamiento religioso náhuatl y maya (UNAM, 1978), Literatura maya (Venezuela, 1980), El universo sagrado de la serpiente entre los mayas (UNAM, 1984), Rostros de lo sagrado en el mundo maya (Paidós/UNAM, 1998), Sueño y éxtasis.
Visión chamánica de los nahuas y los mayas (UNAM/Fondo de Cultura Económica, 2012), El legado escrito de los mayas (Fondo de Cultura Económica, 2012). Y en colaboración con Martha Cuevas García y Guillermo Bernal Romero, destaca su obra Palenque-Lakamjá. Una presencia inmortal del pasado indígena (El Colegio de México/Fondo de Cultura Económica, 2012).
Fue directora del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas durante 13 años; Directora del Museo Nacional de Antropología durante 4 años, y Directora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, durante 8 años.
Ha impartido múltiples cursos y alrededor de 167 conferencias. Fundó y coordinó el Programa multidisciplinario de Posgrado en Estudios Mesoamericanos de la UNAM, en el que han participado alumnos de varios países y que se abrió en 1995. Fundó el diplomado “Teoría e historia de las religiones”, que se imparte en la UNAM desde 1995.
Ha sido curadora de las exposiciones: Vida y muerte, arte funerario del Occidente de México, en once ciudades de España; Los Mayas, en Venecia y en México; El arte humanista y simbólico de la Colección Stavenhagen, en México, y Los mayas. Revelación de un tiempo sin fin, que se presenta en el Palacio Nacional de México hasta fines de abril de 2014 y después viajará a Brasil y a París.
Por su labor académica ha recibido varios premios y reconocimientos, como el Premio Universidad Nacional, en 1995.